El Ayuntamiento de Úbeda abre el albergue para inmigrantes antes de lo previsto. Ha sido sólo con dos días de antelación pero lo importante es que los ciudadanos hemos ganado el pulso, por una vez. Lo hemos ganado en una tenaz batalla, pues hasta ayer mismo la postura oficial era férrea e innegociable: el albergue no se abriría hasta el viernes. La presión y la indignación social han sido enormes, pero sobre todo unánimes. Hasta las cofradías, tan prudentes ellas siempre y que a nivel oficial jamás se mojan sobre temas que vayan más allá del color de las flores que van a colocar al trono, han puesto el grito en el cielo ante una situación a todas luces (y más ante las luces de un católico) inhumanas. El alcalde se ha visto desautorizado y solo, incluso abandonado por sus propios votantes. No hemos ganado la guerra, pero sí una batalla. Por algo se empieza.
Cuando, hace treinta y seis años, yo empecé a trabajar había niños que no asistían a clase. Estaban matriculados, los teníamos en lista pero teníamos asumido que jamás aparecerían por el aula. Sus padres no valoraban la ecuación, no apreciaban el estudio, ni la formación y no los mandaban al colegio. Entonces el no asistir a clase no tenía consecuencias y se quedaban por la calle, cometiendo pequeños delitos o apedreando perros. Luego se impuso la asistencia obligatoria al colegio y no les quedó otra que entrar en las aulas, si no querían ver a sus padres sancionados. Hoy este tipo de alumnado, (también sus padres), sigue sin tener el más mínimo interés por la educación y el estudio, pero acude a clase porque necesita un certificado de asistencia para acceder a cualquier subsidio, ayuda o subvención, que pagamos religiosamente los contribuyentes. Capítulo aparte merecería la actuación de algunos Trabajadores Sociales, que adjudican las ayudas públicas, sin exigir contrapartid...
Comentarios
¿Dónde están los sentimientos? ¿Dónde está el ser humano? ¿Dónde están los golpes de pecho? ¿Dónde está el amor a los demás?
Qué suerte haber nacido en el primer mundo. Pero, tiempo al tiempo...
¿Cómo una ciudad tan bonita, puede tener un Alcalde tan "feo"?
Saludos y reflexión.