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Mostrando entradas de octubre, 2004

MIGUEL MUÑOZ, IN MEMORIAM

Querido Miguel: Hoy es 30 de mayo. Estamos en 2004. He venido aquí, a la casa de nuestra cofradía, a dejar la bandera que te ha acompañado en las últimas horas de tu caminar por este mundo. Me he sentado ante la mesa donde está el ordenador. Desde este lugar se divisa toda la sala de reuniones, llena de fotografías, de símbolos, de recuerdos... He comenzado a pergeñar estas letras mientras repasaba la película de muchos años vividos en común. Hace “cuatro días”, en 1975, yo quería tocar el tambor en la banda de nuestra querida cofradía. Por aquel tiempo, tú eras el responsable de aquella banda y no te quedaban más tambores libres. No nos conocíamos. Me miraste con cara de resignación, como no queriéndome hacer daño, y me animaste a tocar la corneta larga, sucia y abollada que me acercabas con tu mano. Recuerdo que, al ver su estado, mi madre se echaba las manos a la cabeza mientras yo, resignado, le prometía que la dejaría como nueva tras un arduo trabajo de limpieza. Así lo hice. Once