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Mostrando entradas de 2002

NIÑOS DE PAPA

Siempre tiene uno la percepción de que el tiempo transcurre demasiado deprisa. Cuando ahora pienso en los avatares que ha sufrido la Cofradía de “La Sentencia”, desde que se gestó la idea hasta su primera salida, veo que no en todos los casos la vida corre tan inexorablemente. Tengo la sensación de que fue hace muchísimos años cuando un grupo de niños ubetenses decidió fundar una hermandad y, sin embargo, sólo fue a comienzos de los noventa cuando Fran, Manolo y Pedro, junto con otros amigos, adoptaron la decisión de regalar a nuestra Semana Santa una cofradía penitencial. En 1990 fundaron la Asociación Cultural BARLOMU que serviría de tapadera a unas actividades “semi-clandestinas” cuyo verdadero fin era fundar una cofradía. Tenían entre 12 y 13 años. Cuando hoy miro a mis alumnos de esa misma edad, no los imagino capaces de una gesta de tal magnitud. Entonces me sucedió igual. Jamás llegué a creer en aquella iniciativa. No, no soy ningún bicho raro y mucho menos un desconfiado. La ve

LOS CABALLEROS 24

El jueves, día 28 del mes de noviembre, la Plaza Vieja (hoy de Andalucía) fue objeto de un homenaje póstumo por parte de un colectivo de preclaros ubetenses, amantes de su ciudad, autodenominado “Los Caballeros 24”, en clara alusión a los regidores designados por los monarcas que constituían el concejo o ayuntamiento de las ciudades, junto a dos alcaldes, un alguacil mayor, 20 jurados y 20 escribanos. Tras leer un manifiesto a modo de responso, los integrantes de este singular grupo depositaron una corona de laurel, en lo alto de una de las farolas de la plaza y encendieron media docena de rojas velas funerarias en señal de duelo. Todo ello con evidentes muestras de dolor en sus rostros y ante los aplausos de muchos de los vecinos que, desde sus balcones, daban ánimo a los dolientes. Prendida de la corona, una cinta de color blanco en la que figuraba la leyenda: “Plaza Vieja, Úbeda no te olvida”. El acto pretendía reivindicar la anterior fisonomía de la Plaza Vieja (de los Cipotes, de

COFRADES...

Resulta curioso comprobar cómo los asuntos relacionados con la Semana Santa no se anquilosan. A pesar de ser una tradición de centenaria ranciedumbre va acompasándose a los tiempos. Los cofrades descubrimos nuevos caminos, nuevas metas y renovados matices en algo que, visto desde fuera, pudiese parecer rutinario. Ocurre en todos los aspectos. También en los aparentemente más superficiales. Viene esto a cuento de que, limpiando mi disco duro, descubrí hace unos días una clasificación cofrade que escribí cuando no tenía nada mejor que hacer. Después de leerla, y cuando la había creído cerrada, me di cuenta de que estaba obsoleta o, mejor dicho, me di cuenta de que los tipos persistían pero había sido capaz de descubrir otros nuevos al paso, tan sólo, de un par de años o tres. En los días en los que escribo para el Anuario 2003, una serie de contrariedades personales me impiden el sumergirme en temas transcendentales. Para eso hay que estar centrado y concentrado y no tengo gana ni de lo

EL TRIUNFO DE ÚBEDA

Hace unos días, alguien me contó que un chico de Úbeda había sido casi seleccionado para participar en el famoso concurso televisivo “Operación Triunfo”. De entre 20 candidatos, que pasaron a la final del concurso, deberían ser seleccionados 16 ó 17 y entre ellos se encontraba nuestro ubetense. Mi secular optimismo me hacía tener la certeza de que Danni Úbeda, ese es su nombre artístico, sería uno de los elegidos y, el día siete de octubre, en torno a las diez de la noche, me senté delante del televisor para sintonizar Tele 5. ¡Sí que estaba enterado yo!. A esa hora, y en esa cadena, había un programa basura de esos que suelen ser habituales en cualquier momento del día o de la noche. Menos mal que entró en la habitación mi mujer, algo más adicta que yo a la caja tonta, y me sacó de mi imperdonable error contándome que “Operación Triunfo” se emitía a través de la primera cadena de Televisión Española. Impaciente, pulsé el uno en el mando a distancia, del cual fui propietario durante un

COFRADES DEL ISLAM

Es probable que, a juicio de los más ortodoxos, mi colaboración anual para con la revista Gethsemaní traiga, este año, tintes poco “semanasanteros”. De eso se trata. Reducir la vida de una cofradía a las actividades propias de la Semana Santa me parece muy pobre. Por tradición, y a fin de dar testimonio público de fe, las cofradías han de sacar a la calle, de forma anual, a sus imágenes pero lo cierto es que cada vez estoy más convencido de que eso ha de ser algo casi accesorio en la tarea cofrade. Impregnar a la sociedad de las cosas en las que creemos (dar testimonio, que se dice) y cubrir las enormes lagunas que, en el terreno de la solidaridad, dejan las administraciones públicas deben ser los objetivos fundamentales del cofrade. Una vez cumplimentados esos objetivos, podremos envolvernos en nuestra túnica penitencial con la tranquilidad que proporciona el deber cumplido. Tengo la impresión de que bastantes de los dirigentes cofradieros ven de esta manera el sentido de la existenci