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SEMANA SANTA 2006 - BALANCE.


Este año, la estrella de la Semana Santa ubetense ha sido la meteorología. Cuando la Semana de Pasión coincide con el mes de abril suele ser más turbulenta en lo meteorológico aunque casi mejor sería decir que, en este mes, nunca llueve a gusto de todos.

El Domingo de Ramos fue de un gris plomizo descarado. Lo mismo ocurría con el Viernes Santo. Los fotógrafos vivieron su particular calvario al tener que soportar unas condiciones de luz insufribles. El Lunes Santo en realidad daba igual: Nuestra Señora de Gracia procesionaba de noche y, como no había pronosticada agua, nadie miraba al cielo. Todo el mundo estaba harto de haberlo hecho durante los 15 días precedentes. El Martes Santo tres cuartos de lo mismo. El “Santo Borriquillo” se escapó y también lo hicieron la Virgen de Gracia y la Noche Oscura. Hermoso el paso de palio de la Gracia andando por San Lorenzo y escalofriante el recogimiento y la oración en el silencioso discurrir de la Noche Oscura de Palma.

A la primera cofradía que tiene su procesión el Miércoles Santo, quienes le sacan punta a todo, ya la han rebautizado con el nombre del “Santísimo Cristo de las Aguas en su Sagrada Cena”. Que llueva, en su tramo horario, por dos años consecutivos es harto complicado según el cálculo de probabilidades: el pasado año se quedó en San Nicolás de Bari y en 2006 tuvo que encerrarse de forma precipitada por causa de la lluvia. Todo lo contrario ocurre con la hermandad del Prendimiento que parece estar aliada con la meteorología. Por dos años consecutivos se viene escapando de la lluvia que persigue a sus predecesores. Precioso lo que pudimos ver de la Santa Cena y sensacional el andar del Prendimiento. El paso marchaba solo, tras leves indicaciones del capataz.

Ya sólo queda vivo y coleando uno de esos jueves que brillaban más que el sol. Es el Jueves Santo. Sol y moscas para los cofrades de la Oración en el Huerto, la Columna y la Humildad. Es lo que pega. Inmejorables los tronos de la Oración y su elegantísimo exorno floral, mágicos los portadores de la Columna, soberbia y marcial la centuria romana de la Humildad. El Cristo de la Buena Muerte arranca oraciones con su sobriedad.

Con sus tics sevillanos la hermandad de la Sentencia es cada día más autóctona. La gente la quiere y se notó en su guión que se vio enormemente incrementado en el número de nazarenos, como ellos los llaman, con respecto a 2005. Las nuevas cartelas de su trono, muy en la simbología ubedí, eran excelentes.

Que parte del Viernes Santo sería un fiasco lo auguraba su mal comienzo, sin molestar a la Sentencia cuyos cofrades tienen a gala ser la primera cofradía del Viernes. Cuando la banda de música de Canena “perpetraba” algo que sonó a muchos a “Paquito el Chocolatero”, a la salida de Jesús, los malos augurios se cernían sobre la ciudad. Cola va a traer el fusilamiento que se hizo del entrañable y emotivo Miserere.

El cartel que anunciará, en 2007, nuestra Semana Santa corresponde a la cofradía de la Caída. Milagros tuvieron que hacer los fotógrafos para evitar el cielo grisáceo de la mañana. Hay cosas que no las arregla ni el Photoshop. Muchos cofrades con el magnífico Cristo de Benlliure y la Virgen de la Amargura. Se trata de una hermandad que está en alza como lo está la de la Expiración tras reflotar sus relaciones con la Guardia Civil. Lo de las Angustias es punto y aparte: estaba muerta y ha resucitado, como corresponde a este tiempo de Pascua. Un diez para los costaleros de estas dos últimas cofradías, dispuestos a afrontar dos procesiones con lo justo. Aguantaron, siguiendo con símiles meteorológicos, el chaparrón con una entereza poco común.

La Soledad subió por la Cuesta de la Merced con la misma expectación de siempre. Por la noche, amenazada por la lluvia, sus costaleros la trasladaron hasta San Millán en un abrir y cerrar de ojos. Sigue siendo una cofradía singular para con su Virgen. ¡Cómo la quieren sus cofrades!

Este año ha sido uno de los mejores para la Procesión General. A pesar del agua que recibieron las hermandades, “el experimento” iba por buen camino. Los horarios de paso por los controles establecidos marchaban con holgura y de no haber llovido, el Santo Entierro hubiese salido incluso antes de las ansiadas 22 horas. Hondo pesar en los cofrades del entierro de Cristo que vieron cómo se les aguaba la fiesta.

Es posible que el famoso experimento de “La General” haya servido para revitalizarla. Adelantarla en dos horas ha facilitado la asistencia de los cofrades más jóvenes y las filas de cofrades, en general, iban bastante nutridas. Otra procesión que, hace 15 días, estaba herida de muerte y ya ha salido de la U.C.I. Esperemos que siga así. Enhorabuena a los miembros de la Unión de Cofradías.

El Domingo de Resurrección, la hermandad del Resucitado marchó por la ciudad entre nubes y claros. Cien años contemplan a la hermandad del Barrio de San Nicolás que también ha visto su guión incrementado en los últimos años. Su junta directiva se mueve y eso se le nota a la cofradía. Gracias por traernos la Pascua. Es lo verdaderamente importante de cuanto acabamos de rememorar.

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