Ir al contenido principal

DE NUEVO SANTA MARÍA.



La inoportuna lluvia caída durante la pasada Semana Santa ha conseguido que, tras muchos años de clausura, las puertas de la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares se hayan abierto, para todos los ubetenses, por unas horas. Unos han recuperado su memoria histórica, recordando la visita a la capilla de Jesús, las oraciones ante Nuestra Señora de Guadalupe o la mesa petitoria que se colocaba en el claustro. Otros han observado, por primera vez, la magnitud del templo y han podido intuir lo que la iglesia era en la época de Semana Santa. Todos han coincidido en que es una inmoralidad el hurto que se nos ha hecho de una parte de nuestra historia personal o de nuestras aspiraciones como ubetenses.

Próximas las elecciones municipales, todos los partidos políticos que tienen cierta representatividad en nuestro consistorio quieren sacar tajada de este asunto. Doña Luisa Leiva lo ha mencionado en el discurrir de una de sus ya habituales escaramuzas con la Junta de Andalucía. Dicen que don Marcelino Sánchez intercedió para que la desinformada Delegación Provincial de Cultura no forrase de andamios la fachada de la iglesia durante la Semana Mayor. Parece ser que, cerca de las elecciones, quieren dar la sensación de que Santa María sigue en obras y la forma más descarada de hacerlo es llenando de andamios su fachada. Sería un poco como hacer un lifting a un enfermo terminal. También don Francisco Mendieta hablaba de Santa María en el discurrir de la fiesta del Partido Andalucista, ante un auditorio de varios miles de personas, todas forasteras y que no tenían ni idea de lo que se les estaba contando. Había que sacar el tema a cualquier precio…

De los ubetenses ya no espero nada. Su vergonzante apatía y su deplorable desidia los llevan a murmurar “por lo bajini”, a ladrar pero no a morder ni a organizarse. Tampoco espero nada de los políticos. Hace mucho tiempo que descubrí que a los políticos sólo les interesan los votos y mientras los políticos de la Junta tengan asegurados los votos de esta provincia, Jaén seguirá siendo “el culo del mundo” también en lo cultural. No hay más que echar una mirada a una obra, de características muy similares a la de Santa María, como es la de la iglesia del Salvador de Sevilla. En Sevilla, como los votos hay que disputarlos casi en una lucha cuerpo a cuerpo, la iglesia del Salvador se abrirá al culto el 2 de marzo del año que viene, tras más de cuatro años de actuaciones perfectamente planificadas y en las que se ha implicado a todas las administraciones e incluso a los ciudadanos. Aquí, más tarde que temprano, la cosa caerá por la propia inercia del tiempo pero no porque alguien haya puesto verdadero empeño en devolvernos el templo.

No voy a entrar ahora en el debate estéril de la cuantía ni de la procedencia de los fondos para realizar la obra pero sí quiero dejar claro, para desarmar a los demagogos, que desde hace muchísimos años la Iglesia Católica tiene abierta una cuenta bancaria en la que miles de fieles, (mayoritariamente a través de las cofradías), aportan mensualmente cantidades de dinero nada despreciables para que el templo pueda ser reabierto al culto.

Habría mucha otra tela que cortar. Se me ocurren debates sobre el uso que podría darse a la iglesia o sobre las responsabilidades legales de actuaciones desafortunadas, pero eso sería extenderme mucho.

No piensen que ignoro el papel del obispo en todo esto. Prefiero no tocar el tema. Un burgalés que se hace el sueco queda muy mal parado.


Comentarios

El Hermano Montgolfier ha dicho que…
Sinceramente, después de todas las barbaridades que se han cometido en cuatro años sin que haya habido una protesta generalizada en Úbeda, no me sorprendería nada que Medieta tuviera más votos en las próximas elecciones y que tuvieramos a alguien haciendo y deshaciendo en el ayuntamiento con el respaldo de sólo mil votos.
Una lástima.

Entradas populares de este blog

DICEN QUE LA DISTANCIA ES EL OLVIDO

Cuando el Presidente Obama telefoneó a Zapatero para informarlo de que España llevaba tiempo dando la nota en los mercados financieros internacionales y para comunicarle las medidas de reducción del gasto que debía adoptar, si no quería sacar a nuestro país del euro y hundirlo en el fango de la ruina económica, yo ya me temí lo peor. Pensé en que seguramente se acordaría de los funcionarios, “que ganamos mucho y trabajamos poco”, pero eso no me importó demasiado porque los funcionarios llevamos varios lustros perdiendo poder adquisitivo de manera escandalosa y ya estamos acostumbrados a que la Hacienda Pública asalte nuestra cartera con el descaro de quien sabe que nuestra nómina es fija y además transparente, con lo que desvalijarla con cierta periodicidad se ha convertido ya en toda una rutina. No se me pasó por la cabeza que el socialismo gobernante se atreviese con la exigua cartilla de los pobres pensionistas, porque estoy convencido de que quienes han dado una parte de su vida en...

CUADRITOS AMARILLOS

Me ha dicho la madre de un alumno que su hijo no tiene que hacer deberes en casa, por la tarde, y que tampoco tiene que estudiar. Dice que los niños lo que tienen que hacer es estar en la calle y jugar con otros niños, durante toda la tarde porque ella, además, no puede estar pendiente de él para asesorarlo o simplemente para conseguir que se siente, durante una hora, delante de un cuaderno o de un libro. A pesar de lo dicho, a ella no se le conoce trabajo fuera de la casa. Como me lo ha dicho en un tono agresivo y amenazador, yo sólo le he contestado: “muy bien, usted es la experta”. A base de recibir palos, he aprendido a no contradecir a este tipo de madres porque, además de perder el tiempo, uno se expone a un insulto, a una denuncia, a un empujón o a un guantazo. Además la Consejería de Educación no deja claro si los niños deben hacer deberes en casa. Hay un cierto vacío legal, que recomienda que no se manden deberes aunque, por otro lado, la Consejería vende a bajo precio, tres...

TREINTA AÑOS DE FIDELIDAD

Han sido treinta años de relación que ahora, desafortunadamente, acaban de concluir. La fidelidad siempre presidió esa relación, aunque he de reconocer que, como humano que es uno, alguna vez sentí la tentación de pecar, de echar una cana al aire, de cambiar de pareja, de probar nuevas sensaciones, de explorar otros mundos. Más que la honestidad, fue el hecho de evitarme una sensación de mala conciencia, el que me alejó de posibles aventuras y, aunque llegué a flaquear, jamás me atreví a hacerlo con alguien diferente. También estaba el miedo al hecho de que yo siempre tuve la certeza de que me descubriría, porque esas cosas se notan demasiado y es muy complicado mantenerlas ocultas. Ya me advirtió que lo nuestro estaba tocando a su fin, que no podía alargarse más, que no se sostenía, pero yo nunca quise creer que así fuera, por lo que cuando la ruptura se ha consumado, el impacto ha sido mayor, aunque de todo sale uno. Treinta años de fidelidad también me han enseñado que atarse ...