
En esta Andalucía, impasible, desidiosa y conformista, casi todo el mundo guarda silencio ante los continuados desmanes de los representantes del pueblo y ellos se crecen aumentando, por momentos, el nivel demagógico y descerebrado de sus propuestas. La penúltima de Zapatero ha sido la de regalar un mini ordenador portátil a todos los alumnos de 5º curso de Educación Primaria. Como Andalucía va imparable, hace unas semanas la Consejera de Educación de la Junta se descolgaba con un “yo voy y subo la apuesta”. Además de un mini portátil, para los alumnos de 5º, también a los de 6º se les entregará un ordenador.
Siguen los políticos haciendo guiños electoralistas a la galería, brindis al sol, para meterse en el bolsillo el voto de muchos padres, despilfarrando el dinero extra que, con la subida de impuestos, nos van a sacar del bolsillo a los contribuyentes. Primero fue lo del inicio del curso cinco días antes de lo habitual, (sin las plantillas de profesores completas, ni los horarios confeccionados) y ahora este regalito que va a costar una fortuna a las arcas públicas, sean estatales o autonómicas.
Que nadie piense que me posiciono en contra de las Tecnologías de la Información y la Comunicación si afirmo que se trata de un regalo inútil, de un dispendio. Lo es porque una gran parte de los centros educativos andaluces ya son TIC y hay en muchas aulas un PC por cada dos alumnos. Sucede que estos ordenadores se pueden utilizar como apoyo a la educación pero no llegan a obrar el milagro de sustituir al profesor, al libro, al lápiz y al cuaderno. Pasa que la mayor parte de los padres no está preparada para enseñar a sus hijos a utilizar, de forma didáctica, ese artilugio y terminará ocurriendo que el alumno queme las horas en casa, conectado por ejemplo a una de esas redes sociales que tanto daño hacen cuando uno no es lo suficientemente maduro. Tampoco se ha contado con el profesorado para sondear, previamente, su grado de compromiso con las nuevas tecnologías. Lo primero que han preguntado los alumnos es si en esos ultraportátiles se podrá descargar música, instalar Messenger o piratear juegos. Eso sí: mientras el nene esté enganchado a Internet, “no habrá nene” y eso para muchos padres no tiene precio.
Los políticos dicen siempre, con tono rimbombante y circunspecto, que todo lo hacen “en beneficio de la calidad de la enseñanza”, pero yo creo que, en lugar de empezar la casa por el tejado, deberían comenzar por los cimientos de eliminar las aulas prefabricadas, cubrir las bajas laborales del profesorado, aumentar las plantillas de profesores para que no se resientan el apoyo y el refuerzo educativo que tantos niños necesitan, por eliminar las clases de 25 ó 30 alumnos, por sustituir las instalaciones obsoletas o por no dejar en el más absoluto de los desamparos al profesorado, ante las actitudes de alumnos que sólo van a clase a ofender al profesor y a molestar a los compañeros que tienen verdaderas ganas de aprender.
Hay más de 800.000 parados en Andalucía y la cifra aumentó, en el mes de agosto, en más de 17.000 personas. No todos estos parados tienen acceso a un subsidio. Muchos de ellos, familias enteras, pasan verdadera necesidad y a la Consejería de Educación sólo se le ocurre superar la oferta de Zapatero “con dos huevos duros”. Espero que doña María del Mar Moreno no haya visto la película de los hermanos Marx en la que repiten la famosa frase, porque Groucho la termina añadiendo: “en lugar de dos, pon tres”.
Ya ven que no he querido, para no extenderme, analizar la vertiente pedagógica, ni las escasas 30 horas de formación con las que la Consejería de Educación pretende que el profesorado ponga en órbita el programa “Escuela TIC 2.0”, porque sería muy largo de explicar para qué le sirve un ordenador a un alumno, que los hay, al que resulta complejo enseñarle a hacer la O, aunque sea con un canuto. Además una gran parte del profesorado recela y eso es malo, porque de nada sirven en un aula un maestro analógico junto a unos alumnos digitales.
Comentarios
Estoy de acuerdo en todo lo que dices.