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TERMINA LA FUNCIÓN



Ya he vuelto de Córdoba, donde he dejado a mi hijo y a mi hija. Con mi mujer de guardia, la casa permanece silenciosa y extraña. Han estado aquí durante las vacaciones, como para recordarnos que ya sólo volverán, a la que siempre ha sido su casa, de manera temporal. En adelante será así: unos pocos días o unas pocas semanas y se marcharán. Otra etapa que cumplen y otra que cumplimos nosotros. Acaban de marcharse y ya los echo mucho de menos. Sé que en unos días terminaré por acostumbrarme, aunque no del todo.

En fin… supongo que  mis padres sentirían algo parecido cuando yo me marché de casa, aunque yo era un poco trasto y mis hijos están a años luz de lo que yo fui. Mi Ana Esperanza, tan cariñosa y con su pavo casi adolescente… Mi Jesús, con su sinceridad, su nobleza, sus despistes y su cabeza dura… y ambos muy buenos estudiantes y muy responsables.

Nada… que los echo mucho de menos y quería compartirlo con vosotros hoy que estoy solo. Era por desahogarme un poco.

Se acabó la Navidad. Hoy se baja el telón, se apagan los focos y termina la función. Que Dios me los cuide.

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