Ir al contenido principal

PRIMARIAS EN EL PSOE





He estado viendo, en directo, la rueda de prensa de los candidatos a la secretaría general del PSOE. Ha sido una rueda de prensa, porque el debate no ha existido. Cada cual ha soltado su rollo, previamente cocinado, y no ha interactuado con los otros rivales. Los tres candidatos han demostrado que son compañeros de partido y no se han querido hacer sangre. Sólo se ha visto guante blanco.

Al terminar la puesta en escena me he sentido orgulloso de tener tres compatriotas con tan buenos principios, con tan limpias intenciones y con la firme decisión de tratar de recuperar los derechos perdidos en los últimos años (ya va a ser complicado). De buena gana les hubiera dado a cada uno un abrazo y un beso, aunque me hubiera pensado si hacerlo con Madina, contaminado por su complicidad con Zapatero, aunque ahora intente desmarcarse de su reciente pasado.

Terminado el acto he bajado a la cruda realidad y he recordado, con enorme desazón, que quienes se situaban tras los atriles eran tres políticos (dos de ellos profesionales) y que estos tienen como principal atributo el de saber mentir con descaro. Total que de lo dicho nada, que todo ha vuelto a ser una tomadura de pelo para conseguir colocarse y que esto lo arreglamos los ciudadanos o no lo arregla nadie.

Ninguno me ha convencido pero el que más me ha gustado ha sido Pérez Tapias. Claro que no deja de ser un político.

Comentarios

Entradas populares de este blog

VOLVER

  Hace tiempo que me vi sorprendido por la inclusión en un grupo de Whatsapp. Un antiguo compañero lo había creado para convocarme a una quedada (con q que ya somos mayores para otro tipo de grafía). Trataba de juntar a todos los compañeros y compañeras de mi promoción de Magisterio en la especialidad de Francés. Paco, con minuciosidad y paciencia infinitas, fue localizando a todos y cada uno de los integrantes de aquella promoción, ayudado por la cierta facilidad que hoy proporciona Internet y sus redes sociales. Ya se sabe que el que no está en Internet no existe, como me gusta decir a mis alumnos. Al principio tomé la iniciativa con cierto escepticismo. He de reconocerlo. No sabía si Paco sería capaz de ponernos en órbita y en todo caso no tenía muy claro que me apeteciese echar una mirada tan atrás. Conforme los mensajes se fueron sucediendo en el grupo, fui sintiendo una enorme curiosidad por volver a ver a quienes habían sido compañeros y compañeras de años de estudio ...

DICEN QUE LA DISTANCIA ES EL OLVIDO

Cuando el Presidente Obama telefoneó a Zapatero para informarlo de que España llevaba tiempo dando la nota en los mercados financieros internacionales y para comunicarle las medidas de reducción del gasto que debía adoptar, si no quería sacar a nuestro país del euro y hundirlo en el fango de la ruina económica, yo ya me temí lo peor. Pensé en que seguramente se acordaría de los funcionarios, “que ganamos mucho y trabajamos poco”, pero eso no me importó demasiado porque los funcionarios llevamos varios lustros perdiendo poder adquisitivo de manera escandalosa y ya estamos acostumbrados a que la Hacienda Pública asalte nuestra cartera con el descaro de quien sabe que nuestra nómina es fija y además transparente, con lo que desvalijarla con cierta periodicidad se ha convertido ya en toda una rutina. No se me pasó por la cabeza que el socialismo gobernante se atreviese con la exigua cartilla de los pobres pensionistas, porque estoy convencido de que quienes han dado una parte de su vida en...

VIOLENCIA Y PARASITISMO EN LA ESCUELA

Cuando, hace treinta y seis años, yo empecé a trabajar había niños que no asistían a clase. Estaban matriculados, los teníamos en lista pero teníamos asumido que jamás aparecerían por el aula. Sus padres no valoraban la ecuación, no apreciaban el estudio, ni la formación y no los mandaban al colegio. Entonces el no asistir a clase no tenía consecuencias y se quedaban por la calle, cometiendo pequeños delitos o apedreando perros. Luego se impuso la asistencia obligatoria al colegio y no les quedó otra que entrar en las aulas, si no querían ver a sus padres sancionados. Hoy este tipo de alumnado, (también sus padres), sigue sin tener el más mínimo interés por la educación y el estudio, pero acude a clase porque necesita un certificado de asistencia para acceder a cualquier subsidio, ayuda o subvención, que pagamos religiosamente los contribuyentes. Capítulo aparte merecería la actuación de algunos Trabajadores Sociales, que adjudican las ayudas públicas, sin exigir contrapartid...