Una amiga de mi hija, que es veterinaria, trabaja ocho horas diarias más guardias cuando le tocan. Gana 150 euros al mes. Le digo a mi hija que quién costea a su amiga, que vive desplazada muy lejos de su casa y me contesta que sus padres. Le hago ver que son condiciones de esclavitud y me dice que lo sabe, pero que su amiga pone dinero a costa de adquirir una experiencia que le piden en cualquier trabajo al que aspire. Una chica, con un título universitario, que es explotada de esa forma por un empresario a mí me parece una humillación, una inmoralidad. Mi hija, (que gracias a Dios tiene un trabajo digno), dice que así están las cosas y que si su amiga deja el trabajo siempre hay alguien esperando para cogerlo, incluso en esas condiciones de esclavitud, todo sea por la experiencia. Supongo que es uno más de los muchos trabajos-basura que hay en nuestro país y que sólo sirven para hacer decrecer las listas de parados. Supongo que ha ido a dar con uno de los empresarios sin moralidad y sin escrúpulos que campan a sus anchas por España, pero también supongo que esas cosas se pueden hacer, que son legales, porque nuestra normativa las permite. La pena (y lo más duro) es que casos como el de la amiga de mi hija conozco algunos más y conozco a gente que trabaja en precario, a tiempo parcial, echando la jornada completa y con salarios que dejan por los suelos la dignidad profesional y la autoestima de una persona. Hoy, en nuestro país, abundan los "minijobs" y entre tres personas suman un sueldo decente. Por eso no se recauda. Si ganas poco o casi nada, ¿cuál va a ser tu contribución al Estado? Mientras estas cosas se permitan España no despegará económicamente, seguiremos siendo un país de camareros, muchos de los cuales cobran en negro y nuestros universitarios serán explotados, por gentes sin escrúpulos, con la complicidad del gobierno y de sus leyes. Podremos ganar medallas en las olimpiadas y meterle 8 goles a Liechtenstein pero eso no es suficiente para sentirse orgulloso de ser español. España tendría que tratar bien a sus ciudadanos. Mientras no lo haga, resulta imposible llevar alta la cabeza.
Cuando el Presidente Obama telefoneó a Zapatero para informarlo de que España llevaba tiempo dando la nota en los mercados financieros internacionales y para comunicarle las medidas de reducción del gasto que debía adoptar, si no quería sacar a nuestro país del euro y hundirlo en el fango de la ruina económica, yo ya me temí lo peor. Pensé en que seguramente se acordaría de los funcionarios, “que ganamos mucho y trabajamos poco”, pero eso no me importó demasiado porque los funcionarios llevamos varios lustros perdiendo poder adquisitivo de manera escandalosa y ya estamos acostumbrados a que la Hacienda Pública asalte nuestra cartera con el descaro de quien sabe que nuestra nómina es fija y además transparente, con lo que desvalijarla con cierta periodicidad se ha convertido ya en toda una rutina. No se me pasó por la cabeza que el socialismo gobernante se atreviese con la exigua cartilla de los pobres pensionistas, porque estoy convencido de que quienes han dado una parte de su vida en...
Comentarios