El Ayuntamiento de Úbeda abre el albergue para inmigrantes antes de lo previsto. Ha sido sólo con dos días de antelación pero lo importante es que los ciudadanos hemos ganado el pulso, por una vez. Lo hemos ganado en una tenaz batalla, pues hasta ayer mismo la postura oficial era férrea e innegociable: el albergue no se abriría hasta el viernes. La presión y la indignación social han sido enormes, pero sobre todo unánimes. Hasta las cofradías, tan prudentes ellas siempre y que a nivel oficial jamás se mojan sobre temas que vayan más allá del color de las flores que van a colocar al trono, han puesto el grito en el cielo ante una situación a todas luces (y más ante las luces de un católico) inhumanas. El alcalde se ha visto desautorizado y solo, incluso abandonado por sus propios votantes. No hemos ganado la guerra, pero sí una batalla. Por algo se empieza.
Cuando el Presidente Obama telefoneó a Zapatero para informarlo de que España llevaba tiempo dando la nota en los mercados financieros internacionales y para comunicarle las medidas de reducción del gasto que debía adoptar, si no quería sacar a nuestro país del euro y hundirlo en el fango de la ruina económica, yo ya me temí lo peor. Pensé en que seguramente se acordaría de los funcionarios, “que ganamos mucho y trabajamos poco”, pero eso no me importó demasiado porque los funcionarios llevamos varios lustros perdiendo poder adquisitivo de manera escandalosa y ya estamos acostumbrados a que la Hacienda Pública asalte nuestra cartera con el descaro de quien sabe que nuestra nómina es fija y además transparente, con lo que desvalijarla con cierta periodicidad se ha convertido ya en toda una rutina. No se me pasó por la cabeza que el socialismo gobernante se atreviese con la exigua cartilla de los pobres pensionistas, porque estoy convencido de que quienes han dado una parte de su vida en...
Comentarios
¿Dónde están los sentimientos? ¿Dónde está el ser humano? ¿Dónde están los golpes de pecho? ¿Dónde está el amor a los demás?
Qué suerte haber nacido en el primer mundo. Pero, tiempo al tiempo...
¿Cómo una ciudad tan bonita, puede tener un Alcalde tan "feo"?
Saludos y reflexión.